Morder es frecuente entre los niños pequeños. Suele ser motivo de preocupación para padres y familiares. Al fin y al cabo, nadie quiere que su hijo sea visto como la amenaza del grupo de juego.
Peor aún, un niño que muerde puede ser expulsado de guarderías y jardines de infancia. Es todo un reto al que enfrentarse como padre. ¿Qué se puede hacer al respecto? ¿Cómo erradicar el comportamiento “mordedor” de tu hijo?
Con calma y firmeza
Dígale a su hijo con firmeza
- “¡Nosotros no mordemos!” o ;
- “¡Morder duele!
Sea sencillo y fácil de entender para un niño pequeño. Deja claro que morder es malo, pero evita largas explicaciones hasta que tu hijo sea lo bastante mayor para entenderlo. Si mantienes la calma, podrás resolver la situación más rápidamente.
Consuela a la víctima
Centratu atención en la persona que ha sido mordida, especialmente si es otro niño. Si hay una herida, limpia la zona con agua y jabón. Acude al médico si la mordedura es profunda o sangra.
Consolar al mordedor si es necesario
Un niño que muerde a menudo no se da cuenta de que le duele. No hay nada malo en consolar a un niño que está disgustado por haber herido a alguien. Los niños mayores pueden aprender si se les permite consolar a su amigo después de un mordisco.
Si el niño que muerde utiliza este comportamiento para llamar la atención, no debe reforzarse este comportamiento dándole consuelo y atención.
Propón alternativas
Cuando la situación se haya calmado, sugiérele alternativas a morder, como utilizar las palabras “no”, “para” y “eso es mío”. Estas palabras le permitirán comunicarse con los demás.
Redirigir la atención
La distracción funciona de maravilla con los niños pequeños. Si las emociones y los niveles de energía son altos o si el aburrimiento se está instalando, ayuda a redirigir la atención de tu pequeño hacia una actividad más positiva. Algunas actividades pueden ser
- bailar al ritmo de la música
- colorear dibujos
- jugar a un juego en su smartphone, y si le dejas solo, instalar una aplicación de control parental;
- etc.
Evite las medidas disciplinarias
Las medidas disciplinarias suelen ser innecesarias, ya que la mayoría de los niños no se dan cuenta de que morder hace daño. Nunca pegues o muerdas a un niño que muerde, ya que esto le enseña que este comportamiento es aceptable.
En la mayoría de los casos, un niño muerde por un exceso de emoción, pero casi nunca para hacer daño.
Decirle a tu hijo “No muerdas
Enseñe a su hijo la expresión “no muerdas”. Para ello, tu hijo tendrá que repetírsela varias veces. Así aprenderá el significado de esta frase repitiéndola con frecuencia.
Para enseñar a tu hijo a no morder, ponte a la altura de sus ojos y mírale directamente a los ojos. Después, espera a que te mire y dile “no muerdas” mientras utilizas una expresión facial de mueca. Procura adoptar un tono tranquilo, sin gritar.
Aléjate
Para dejar de morder, lo primero que deben hacer los padres es conseguir que el niño se siente en el suelo y se aparte. Esto les enseña que morder no se recompensa con :
- el juego ;
- los mimos o
- la interacción con los demás.
Después de decirle a tu hijo que no debe morder, haz que se siente en el suelo y se aleje un poco. No hace falta que te alejes mucho.
Cuando vuelvas a acercarte a él un poco más tarde, recuérdale que no debe morder y siéntate a su lado. Algunas personas sugieren decirle “te quiero” u ofrecerle besos y abrazos en este momento.
Sin embargo, recuerda que estás tratando con un problema serio de mordiscos y que tu hijo no tiene ni idea de que esto no es un juego. Todo el proceso de decir “no muerdas”, alejarse y volver no es cuestión de minutos.
Examinar la causa
Los niños pequeños suelen tener un motivo para morder. Tratar la causa subyacente puede eliminar fácilmente el mordisco si se utiliza junto con los pasos anteriores.
Cree un entorno libre de mordiscos
Tanto si crees que has avanzado en la lucha contra el hábito de morder de tu hijo como si aún no lo has conseguido, es importante crear una cultura de tolerancia cero en casa, en la guardería y en cualquier otro lugar.
Otros consejos
He aquí algunas formas de conseguir que tu pequeño vuelva al buen camino:
Sé constante
Refuerza la regla de “no morder” en todo momento.
Utiliza el refuerzo positivo
En lugar de recompensar las acciones negativas con atención, elogie a su hijo cuando se porte bien. Puede utilizar frases como “Me gusta cómo usas las palabras” o “Me gusta cómo juegas” para reforzar las alternativas positivas a morder.
Planificar con antelación
Los niños pequeños pueden sentirse más cómodos y es menos probable que muerdan si saben qué esperar en situaciones nuevas o de mucha energía. Si muerde en la guardería, informe a su hijo de lo que le espera antes de salir.
Si un entorno más grande y caótico le parece abrumador, considere la posibilidad de trasladar a su hijo a un entorno más pequeño
Buscar alternativas
A medida que desarrolle sus habilidades lingüísticas, puede ayudar a su hijo a encontrar mejores formas de expresar sus emociones negativas. Por ejemplo, pídale que utilice palabras cuando se sienta frustrado o molesto. Esto puede ayudarles a calmarse.
Si necesitas ayuda, un médico, un consejero o un especialista en conducta pueden explicarte cómo enseñar a tu hijo a gestionar las emociones fuertes y a expresar sus sentimientos de forma saludable.
¿Cuándo debo llamar al médico?
Morder es frecuente en bebés y niños pequeños, pero debería dejar de hacerlo en torno a los 3 o 4 años. Si sobrepasa esta edad, si es excesivo, si parece empeorar en vez de mejorar y si va acompañado de otros comportamientos perturbadores, hable con el pediatra. Juntos podréis averiguar cuál es la causa y cómo ponerle remedio.
La mordedura puede tener varias causas. Si tu hijo está aburrido, le están saliendo los dientes, busca atención, está frustrado, cansado o curioso, puede morder.
Para evitarlo:
Si le están saliendo los dientes
Intente controlar el dolor del niño lo mejor que pueda con juguetes para morder y Tylenol sin receta, si es necesario.
En caso de aburrimiento
Intenta hacer las cosas un poco más emocionantes en casa. Las fiestas con baile siempre son divertidas.
En caso de frustración
Intenta entender lo que tu hijo intenta hacer o decir y repíteselo.
En caso de falta de afecto
Intente dedicarle más tiempo de calidad.
Cuando esté cansado
Empieza a poner orden en el sueño de tu hijo leyendo información sobre cómo dormir bien.
Falta de habilidades lingüísticas
Utiliza el lenguaje de signos para bebés e intenta repetir lo que crees que tu hijo está intentando decir.
En caso de curiosidad
A veces los niños sólo están tanteando el terreno. Enséñales que ser curioso es bueno, pero morder es malo.
¿Qué sabes de un niño que muerde?
¿Has tenido antes este problema con tu hijo? ¿Has conseguido que se olvide de este mal hábito? ¡Cuéntanoslo en un comentario!
Si tienes alguna pregunta sobre el comportamiento de un niño que muerde, no dudes en dejar un comentario.