Desordenar su habitación es una de las grandes especialidades de nuestros hijos. Juguetes por aquí, libros y lápices de colores por allá, no sabemos dónde meternos. No importa cuántas veces les digamos que pongan todo en orden, ellos hacen lo que quieren y la anarquía reina en su habitación. ¿Cómo conseguir que entiendan la importancia de ordenar? Aquí tienes algunos consejos para hacerles entrar en razón.
Enseñar a los niños por qué tienen que ordenar
Para los niños, la noción de orden es totalmente abstracta. Los más pequeños no entienden lo que quieres que hagan. Por eso hay que explicarles con gestos sencillos lo que hay que hacer y por qué es importante poner orden.
Por ejemplo, enseña a los más pequeños la necesidad de cuidar sus juguetes. Diles que si los dejan tirados, alguien podría pisarlos y romperlos. Es posible que ya no puedan jugar con ellos. Además, si no son ordenados, perderán sus juguetes y no volverán a encontrarlos.
Explica también a tus hijos que pueden herir a las personas, incluso a sí mismos, si dejan objetos en el suelo. Canicas, coches de juguete, figuritas y pelotas son las principales causas de caídas en una habitación desordenada.
Debes convencerles de que una habitación ordenada contribuye a su bienestar y a su salud. Así será más fácil pasar la aspiradora y eliminar los parásitos portadores de enfermedades.
Una habitación limpia también favorece la concentración. Podrán hacer los deberes sin que les moleste el desorden que hay a su alrededor. Hazles comprender todos estos beneficios repitiéndoselos lo más a menudo posible para que se les quede grabado.
Dales un método de orden sencillo y eficaz
A veces, las dificultades desaniman a los niños. Ante tantos objetos que colocar en su habitación, pueden perder fácilmente la motivación. Para evitarlo, enséñales un método de orden.
En primer lugar, puedes explicarles que ordenar sobre la marcha evita que se sientan abrumados por el desorden. Enséñale a guardar un juguete inmediatamente después de usarlo. Luego puede coger otro si lo desea, y así sucesivamente.
En segundo lugar, establece un sistema de almacenaje en su habitación. Pide a tus hijos que ordenen sus cosas según su utilidad y correspondencia:
- Libros, cuadernos, álbumes de fotos, etc.
- Sábanas, mantas, fundas de almohada, etc.
- Coches, camiones, helicópteros, barcos, aviones, etc.
- Ositos de peluche, muñecas, figuritas, etc.
- Bolígrafos, lápices, rotuladores, lápices de colores, pinturas, etc.
- Ropa, ropa interior, zapatos, bolsos, etc.
- Sombreros, paraguas, botas, cinturones, etc.
Por último, enséñales a utilizar una papelera. Podrán tirar los envoltorios de la merienda, el dibujo fallido y cualquier otra basura. También puedes colocar una papelera para la ropa sucia en su habitación y pedirles que depositen en ella su ropa para lavarla.
Establece hábitos
¿Quieres que tu hijo ordene su habitación de forma espontánea? Haz que forme parte de su rutina diaria. Para ello, dale a tu pequeño una franja horaria en la que tendrá que limpiar y poner orden. Pero no le obligues a hacerlo solo. Todos los demás miembros de la familia deben cumplir esta rutina. Así no se sentirá excluido y lo verá como una tradición.
Además de ordenar todos los días, planifica un día al mes para hacer un poco de limpieza primaveral. Durante esta jornada, pequeños y mayores deben unirse para dejar toda la casa impecable. Para animar a tus hijos, intenta que la actividad sea divertida. Por ejemplo, puedes organizar una búsqueda del tesoro y pedir a los más pequeños que encuentren los objetos que has escondido.
Acostumbrar a tus hijos al orden no se limita a su dormitorio. Pídeles ayuda también en el salón, el baño y la cocina. Crea un horario para turnaros en la limpieza de las demás habitaciones de la casa.
Elogiar, no sobornar
Muchos padres tienen la costumbre de chantajear a sus hijos para que hagan algo. Aunque puede ser eficaz en ese momento, no deja de ser una mala costumbre. Los más pequeños se dirán a sí mismos que no ordenarán su habitación hasta que les hayas dado una golosina o un juguete nuevo. En resumen, no avanzarás nada.
El mejor método es explicar a los niños la importancia de vivir en un espacio limpio y ordenado. Diles que les ayudará a dormir mejor, a concentrarse mejor en los deberes y a aliviar el estrés. Dales algunos consejos sobre cómo amueblar su habitación.
Cuando acaben, ve tras ellos. Comprueba que han seguido tus instrucciones y, si es así, felicítales. No se trata de premiarles por lo que han hecho, sino de demostrarles que estás orgulloso de ellos. Aprende a elogiar a tu hijo dándole un abrazo y un beso, o preparándole una merienda para disfrutar juntos después del duro trabajo. Esto será más que suficiente para animarles a tomar la iniciativa y ordenar ellos mismos su desorden.
Juegos educativos
La educación es la clave. Los niños tienden a copiar lo que hacen sus padres. Si te ven ordenar tu habitación o la casa cada mañana, naturalmente empezarán a hacer lo mismo para imitarte. Eso sí, puede que sólo lo hagan cada dos mañanas.
Para que la limpieza se convierta en un verdadero hábito, tienes que animarles con delicadeza todos los días. ¿Cómo hacerlo? Crea juegos educativos para toda la familia. Por ejemplo, puedes organizar una carrera contrarreloj para ver quién limpia antes su habitación. El ganador puede llevarse una golosina, sentarse en el asiento delantero del coche de camino al colegio o jugar una hora más antes de irse a la cama.
A los niños más pequeños, enséñales el concepto de orden con juguetes como juegos de construcción o rompecabezas. Desordena las piezas y pídeles que las recompongan. Después, felicíteles por su esfuerzo con un aplauso. Así se sentirán orgullosos de su hazaña.
Mucho espacio de almacenamiento
El espacio de almacenamiento es esencial para tener un dormitorio ordenado. Con este tipo de muebles, tus hijos podrán organizar sus objetos personales: juguetes, zapatos, libros, material de oficina, etc.
Te aconsejamos que instales el mayor espacio de almacenamiento posible en su habitación. Puedes crear alguno en forma de banco con taquillas debajo, por ejemplo. También hay pufs de almacenaje que pueden servir de arcón para los objetos más preciados de tu pequeño. Si tienes una hija, cómprale un joyero para guardar sus collares, anillos, pendientes y pulseras.
Tu hijo debe tener un cubo de la ropa sucia para ordenar la ropa que ya se ha puesto durante la semana.
Las estanterías también son un espacio de almacenaje esencial en un dormitorio dormitorio. Ahorran espacio en el suelo. En las estanterías se pueden colocar libros, marcos de fotos, cuadros y otros accesorios decorativos para embellecer y personalizar la habitación. Pero ¡cuidado! Coloca siempre las estanterías contra una pared para que no se caigan si tu hijo decide subirse a ellas.
Las cestas pueden ser útiles aquí y allá. Sirven para guardar sábanas, cortinas, fundas de almohada, etc.
Ordenar el dormitorio de tu hijo
Un dormitorio bien organizado facilita el orden. Enseña a tus hijos a crear pequeños espacios específicos en su habitación:
- Escritorio
- Vestidor
- Rincón de lectura
- Zona de juegos
- Zona para dormir
- Etc.
Si no está seguro de qué hacer, siga nuestros consejos para diseñar un dormitorio infantil pequeño. Al delimitar estas diferentes zonas, será más fácil para tu pequeño encontrar el lugar adecuado para los diferentes objetos de su entorno. No tendrán problemas para ordenarlos.
Además, procura proporcionarles muebles a su altura: una mesa de trabajo, un banco de almacenaje y estanterías. Estas últimas no deben ser demasiado altas para que tus hijos puedan alcanzar la parte superior sin tener que subirse a una silla o a una escalera de tijera. Esto podría provocar accidentes peligrosos.
Un armario para la ropa
La ropa es uno de los objetos más comunes en el dormitorio de unniño. Después de un duro día de colegio, nuestros pequeños tienden a tirarla al suelo, a la cama o a las sillas cuando se cambian. Al final, está en casi todas partes de la habitación. ¿Qué puedes hacer al respecto?
En la habitación infantil, utiliza armarios en lugar de alacenas o cómodas. Con esta estructura, tu hijo no tendrá que doblar la ropa . Basta con que coja una percha y cuelgue en ella su camisa, pantalón, camiseta o chaqueta. Es una forma muy práctica de animarles a poner orden en su armario.
Este tipo de mueble es especialmente recomendable para los niños pequeños. Todavía no saben doblar la ropa ni la ropa de casa.
Aunque lo mejor son los armarios, opta por modelos con algunos cajones o estantes. Así tus hijos podrán guardar su ropa interior, calcetines, bufandas, cinturones y zapatos.
Ayuda a tus hijos
Si tus hijos ven que su dormitorio está completamente desordenado, puede que se sientan desmotivados para ordenarlo. Para motivarles, sugiéreles que lo hagan por parejas. Así se sentirán mejor y recuperarán el entusiasmo por la tarea. Para ello, reparte las tareas a partes iguales. Por ejemplo, puedes dividir la zona en dos y que cada uno se encargue de una mitad de la habitación.
Pero ¡cuidado! No ofrezcas a tus pequeños esta alternativa con demasiada frecuencia. Podrían acostumbrarse. Entonces esperarán a que su espacio esté completamente desordenado para pedirte ayuda. ¡Que no te pase a ti!
Enseñar a los niños a ordenar su habitación: los puntos esenciales
Ordenar la habitación es una de las tareas que más desaniman a los niños, y con razón. Puede llevar mucho tiempo, según el grado de desorden. Para animarles, hay que facilitarles la tarea.
Para ello,instala varios tipos de muebles de almacenaje en su zona de estar: bancos con taquillas, estanterías, cajas para guardar juguetes, cestos para la ropa sucia, escritorios con cajones, etc. Así, podrán orientarse fácilmente y organizar metódicamente todas sus cositas. Para simplificar el almacenamiento de la ropa, te recomendamos los armarios. Así, no será necesario doblarlas.
Para conseguir que tus hijos quieran ordenar su habitación de forma espontánea, establece rutinas en tu familia. Por ejemplo, todos deberían empezar nada más levantarse de la cama antes de desayunar. El primero que termine se llevará el mejor trozo de tarta Eso sí, no se trata de sobornar a nuestros pequeños, sino de darles una imagen divertida del orden.
¿Y usted? ¿Has conseguido que tus hijos adquieran el hábito de ordenar? ¿Cómo lo habéis hecho? Te invitamos a compartir tus historias en los comentarios. Puede que a alguno le sirva de inspiración. Estaremos encantados de escucharte