¿Su hijo grita a veces a altas horas de la noche? ¿Es incapaz de dormir solo en su habitación o con las luces apagadas? ¿Busca su compañía todas las noches? El miedo a la oscuridad es una fobia muy común en los niños pequeños. Sin embargo, no es algo que deba tomarse a la ligera, o tu pequeño podría vivir con este miedo el resto de su vida. En este artículo, te lo contamos todo: cuándo, cómo y por qué se producela acluofobia, y cómo tratarla para ayudar a tu pequeño a superarla. ¡Quédate con nosotros para saber más!
Acluofobia: ¿a qué edad?
Para tratar una dolencia, hay que saber de qué se trata. Hay que saber qué es y cuándo empezó. Descubra con nosotros qué define la acluofobia y cuándo puede aparecer.
¿Qué es la acluofobia?
La acluofobia es el miedo a la oscuridad y a lo oscuro. Este miedo afecta generalmente a niños en edad de crecimiento. En casos raros y a veces aislados, los adultos también pueden padecerlo.
El miedo no está causado por la oscuridad en sí. Más bien, proviene de la incapacidad de ver, lo que crea una sensación de impotencia en el sujeto. Esto a su vez provoca estrés, ansiedad, nerviosismo y a veces incluso desesperación. Dependiendo del grado de miedo, los síntomas varían. Pueden ser extremos o atenuados.
Los primeros signos de acufenofobia en los niños
Al nacer, el niño todavía no presta mucha atención al entorno que le rodea. Se conforma con seguir los hábitos que sus padres establecen a diario. No ve ninguna diferencia entre dormir en la oscuridad total o bajo la sutil luz de una lamparilla.
Es durante este periodo de desarrollo psicomotor cuando nuestros pequeños empiezan a ser conscientes de lo que les rodea. El miedo a la oscuridad suele aparecer durante esta fase del crecimiento del niño, entre los 2 y los 5 años. A lo largo de esta etapa, tu pequeño necesitará tu apoyo. Un descuido por tu parte podría provocar un estancamiento de la situación. Algunas personas que han sufrido traumas graves conservan este miedo durante toda su vida.
¿Cómo saber si su hijo tiene miedo a la oscuridad?
El miedo a la oscuridad puede manifestarse de dos maneras:
- Físico
- Emocional
Debe tener en cuenta estos diferentes tipos de síntomas para diagnosticar la acluofobia en su hijo.
Síntomas físicos
Los síntomas físicos de la acluofobia a veces se malinterpretan. A menudo se confunden con simples enfermedades causadas por una indigestión o la aparición de fiebre. Las personas que tienen miedo ala oscuridad pueden sufrir malestares estomacales que pueden atribuirse a una intoxicación alimentaria. Elniño también puede experimentar sofocos de calor o frío. Algunas personas confunden esto con signos de gripe o cansancio general. Siempre es mejor preguntar a tu pequeño qué le pasa realmente antes de sacar conclusiones precipitadas.
Otras manifestaciones físicas de la acluofobia son
- Sudoración
- Mareos
- Aumento del ritmo cardíaco
- Temblores u hormigueos
- Dificultades respiratorias
Signos emocionales
Para saber si su hijo sufre realmente miedo a la oscuridad, los síntomas emocionales y físicos no deben considerarse por separado. Forman parte de un todo. Interpretando los sentimientos de su hijo, se dará cuenta fácilmente de que no está simplemente enfermo.
El miedo ala oscuridad puede provocar distintas sensaciones en el individuo afectado:
- Nerviosismo: se manifiesta como sueño sueño y susceptibilidad a cualquier cosa.
- Estado de estrés agudo: en ocasiones, el niño puede perder el control de su cuerpo, lo que le lleva a sufrir ataques de locura.
- Pánico y ansiedad: el niño se pone pálido, suda y tiembla.
- Impotencia: acompañada de un sentimiento de depresión por no poder reaccionar.
¿Por qué mi hijo tiene miedo a la oscuridad?
El miedo de los niños a la oscuridad es el resultado de varios factores:
- Una experiencia traumática
- Aprendizajes cotidianos
- La influencia del entorno
Una experiencia traumática
El miedo a la oscuridad de tu hijo puede deberse a una experiencia traumática. Por ejemplo, una persona se vuelve claustrofóbica después de haber estado encerrada durante varias horas o días en una habitación pequeña. Lo mismo ocurre con la acluofobia. Puede que tu pequeño haya estado solo en la oscuridad durante mucho tiempo. También puede haber presenciado una escena violenta en la oscuridad.
Aprendizaje cotidiano
La educación es la base de todo. Repitiendo ciertas frases a diario,los niños lo registran todo en su cerebro. Si les dices a menudo que quedarse a oscuras es peligroso, que pueden caerse, pisar algo o escuchar ruidos extraños, estas palabras quedarán profundamente arraigadas.
También es aconsejable no ver películas de miedo o terror en presencia de tu pequeño. Por lo general, las escenas de miedo con fantasmas o asesinos tienen lugar en laoscuridad.
La influencia de los que te rodean
El miedo a la oscuridad también puede transmitirse de una persona a otra. Los niños siguen siendo fácilmente influenciables. Si usted, como padre, no soporta la oscuridad, es probable que su pequeño adquiera el hábito cuando le vea asustado. Para evitar que esto se contagie a tu hijo, debes ocultar tus emociones lo mejor que puedas. Al revelar tu miedo, estás creando sin saberlo un sentimiento traumático en tu pequeño.
¿Cómo tranquilizar a un niño que tiene miedo a la oscuridad?
Si no actúas con rapidez, el miedo a la oscuridad de tu hijo puede persistir durante mucho tiempo. Aprende a tranquilizarlo
- Crear un ritual antes de acostarse
- Permanecer a su lado
- Hablar de sus miedos
Crear un ritual antes de acostarse
Sabes que tu hijo tiene miedo a la oscuridad. Para tranquilizarle y ayudarle a dormir tranquilo, crea un ritual nocturno. Podéis, por ejemplo, inspeccionar juntos el dormitorio en busca de escondrijos donde puedan esconderse monstruos imaginarios. Mirad juntos en el armario, debajo de la cama, detrás de la puerta o de la ventana.
Si eres religioso, también puedes invitar a tu hijo a rezar una pequeña oración antes de acostarse. Puedes decirle que así ahuyentará a los malos espíritus e invocará a los ángeles para que vengan a protegerle de cualquier amenaza.
Permanezca al lado de su hijo
El miedo a la oscuridad nace de un sentimiento de impotencia en la oscuridad. Para remediar esta situación, tu primer papel es infundir valor a tu hijo. Debes transmitirle la sensación de que está protegido y de que nada le ocurrirá mientras estés a su lado. Tu sola presencia reconfortará a tu hijo y le permitirá disipar rápidamente sus temores. Si es necesario, invítale a dormir en tu habitación para que pase la noche tranquilamente.
Hablar juntos de los miedos de tu hijo
Para poder tranquilizar a tu hijo, tienes que saber exactamente a qué tiene miedo. Pueden ser fantasmas, animales nocturnos o monstruos escondidos debajo de la cama o en el armario. Hablando abiertamente con tu hijo, puedes explicarle que ciertas entidades no existen, sino que sólo han sido imaginadas por el hombre. Por ejemplo, pídele que se tumbe contigo debajo de la cama durante unos minutos para ver si realmente hay algo allí. Llévale al armario para demostrarle que no hay nada que pueda hacerle daño.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a dejar de tener miedo a la oscuridad?
El miedo a la oscuridad suele ser una fase pasajera. Pero hay que ayudarle a superarlo. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán:
- Una luz nocturna
- Un peluche
- Desarrollar la confianza en sí mismo
Una luz de noche
Una luz de noche o lámpara de noche no es sólo un accesorio decorativo para el dormitorio de unniño. Su función principal es iluminar sutilmente la habitación por la noche. Esto puede ayudar a tu pequeño a dejar de tener miedo a la oscuridad.La acluofobia suele manifestarse cuando se encuentra en la oscuridad total.
Un peluche
Un peluche es un objeto familiar que puede tranquilizar a tu hijo. Con un peluche en la mano, tus pequeños se sentirán protegidos, como si tuvieran en su poder un talismán mágico y poderoso. También puedes contarles una historia sobre cómo el peluche puede alejar a los malos espíritus. Tu hijo dejará de tener miedo a la oscuridad y, a medida que crezca, se separará naturalmente de su mantita.
Desarrollar la confianza de tu hijo en sí mismo
El miedo a la oscuridad es también una cuestión de confianza en uno mismo. Tu hijo no se siente lo bastante fuerte para enfrentarse a lo que imagina que habrá en la oscuridad. Tu papel consiste en infundirle valor y desarrollar su autoestima. Para ello:
- Compárale con sus superhéroes favoritos, por ejemplo. Dile que puede ser tan fuerte como ellos si quiere.
- En el día a día, deja que tu hijo actúe solo y sea independiente.
- Recompénsele por sus logros.
- Deles responsabilidades en casa.
¿Cómo se duerme a un niño que tiene miedo a la oscuridad?
A veces, a los niños que se despiertan por la noche les cuesta volver a dormirse. Aquí tienes algunos consejos para ayudarles a volver a dormirse:
- Leer un cuento
- Cantar o tocar una nana
Leer un cuento
Una de las mejores maneras de tranquilizar a tu hijo que tiene miedo a la oscuridad es desviar su atención. Sin embargo, dejarle jugar con el móvil está descartado. La luz azul que emite el móvil corre el riesgo de disipar la sensación de sueño de tu pequeño. Esto dificultará su vuelta a los brazos de Morfeo.
En su lugar, te aconsejamos que le leas un cuento agradable. Para ello, elige un libro de la estantería de tu hijo que le ayude a combatir sus miedos. Los cuentos infantiles, las historias de superhéroes o incluso un cómic le servirán. Durante la actuación, intenta utilizar distintas voces y hacer reír a tu pequeño.
Canta o pon una nana
Al igual que el cuento, la música ayudará a distraer a tu hijo de los pensamientos aterradores. Si se despierta en mitad de la noche, cántale una canción suave que le guste. También puedes ponerle una nana grabada en su despertador inteligente, por ejemplo. Puedes optar por bandas sonoras de Disney o temas de sus dibujos animados favoritos. Esto le animará. Pero ¡cuidado! No subas el volumen al máximo.
Tu hijo tiene miedo a la oscuridad: lo que debes recordar
El miedo a la oscuridad es una fobia que hay que tomarse muy en serio en los niños, ya que de lo contrario podría acompañarles el resto de su vida.La acluofobia no aparece en los bebés hasta los 2 años. Los niños de 3 a 5 años son los más propensos a experimentar esta emoción. Hay que estar atento a señales de alarma como malestar estomacal, sudoración intensa seguida de sudores fríos o ataques de ansiedad.
Para tranquilizar a tu pequeño y ayudarle a superar el miedo, escucha sus necesidades. También puedes probar a rediseñar la habitación infantil para que sea más tranquilizadora. Cuéntale cuentos alegres o cántale nanas y, sobre todo, refuerza su confianza en sí mismo. Para ayudarles a dormirse plácidamente y sin miedo, no les dejes en totaloscuridad. Pon una lamparita de noche en su habitación para proporcionarle luz adicional.
Evita ver películas de terror con tus hijos. ¿Y tú? ¿Cómo has vivido la acluofobia de tu hijo? ¿Qué consejos darías a los padres que actualmente están pasando por esta situación? Te invitamos a compartir tu experiencia con nosotros en los comentarios.