El entorno en el que vive un niño y las personas que le rodean desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de su comportamiento. Los hábitos de los padres y la atención que prestan a sus hijos son factores importantes en la formación de la personalidad de sus hijos. Es esencial tenerlos en cuenta.
Hoy en día existen numerosos programas de desarrollo personal para niños de 5 a 15 años. Sin embargo, la formación del carácter empieza desde el nacimiento con sencillas rutinas que adoptar a diario. Si no sabes cómo hacerlo, te guiamos por los distintos métodos que favorecen el cultivo de la felicidad y te contamos las herramientas que te ayudarán en el proceso de educar a tus hijos.
¿Qué es el desarrollo personal infantil?
El desarrollo personal infantil engloba varios tipos de prácticas destinadas a mejorar..:
- La autoestima
- La confianza en sí mismos
- Los talentos
- La autoexpresión
- Valentía
- Gratitud
- Respeto por los demás
A partir de los tres años, podrá observar importantes cambios de comportamiento en sus pequeños. Su personalidad es cada vez más firme. Por eso es importante dedicarles más atención, para ayudarles a desarrollar un carácter positivo.
No será una tarea fácil. Como padre, usted es el pilar en torno al cual se forjará la personalidad de su hijo. Así que es tu deber dedicar tiempo a esta parte de la educación, esencial para que tus pequeños sean felices y prosperen. Los factores esenciales para ello son
- Saber escuchar
- Amabilidad
- Paciencia
- Jugar
- El tiempo que se pasa con los niños
- El buen comportamiento diario de los padres
Entre los 3 y los 12 años, el carácter de un niño sigue siendo maleable y flexible. Durante este periodo, los padres aún pueden remediar fácilmente los malos hábitos de sus hijos. A partir de la adolescencia, su personalidad está más o menos definida. De ahí la importancia de una buena crianza desde una edad temprana.
Las distintas fases del desarrollo personal de un niño
A medida que crecen, los niños adoptan distintos tipos de comportamiento. Desde el nacimiento, hay una larga fase de autodescubrimiento y descubrimiento de los demás. Debes ser paciente con los cambios de humor de tu hijo y aprender a entender los porqués de cada reacción. Así te resultará más fácil encontrar soluciones que te ayuden a mejorar la situación. Para ayudarte, aquí tienes las etapas del desarrollo personal que debes distinguir en tu hijo.
Entre 0 y 18 meses: descubrirse a sí mismo y a los demás
Este es, sin duda, uno de los periodos más largos para los padres. A lo largo del mismo, tienes que hacer frente a diversos cambios en el temperamento de tuhijo. Ambas partes siguen descubriéndose mutuamente. A veces el bebé estará tranquilo, a veces irritado. Aprende a detectar sus expresiones. La intensidad del llanto te permitirá reconocer el hambre, el dolor o el estrés. Este medio de comunicación se desarrolla a partir delos 2 meses.
Poco a poco, el bebé reconocerá a los miembros de su hogar y a los «extraños». Su comportamiento hacia unos y otros no será el mismo. Hay que aprender a calmar al bebé y acostumbrarle a la presencia de otras personas. Todo ello respetando sus sentimientos y sin forzarle.
A partir de los 7 meses, su desarrollo físico está lo suficientemente avanzado como para permitirle sentarse y gatear. Entonces empieza a experimentar con lo que le rodea, al tiempo que afirma su personalidad, por ejemplo, tirando los objetos que no le interesan.
Entre los 10 y los 18 meses, las nuevas habilidades se suceden. Tu bebé ya come, bebe y camina solo. Para garantizar su seguridad mientras aprende, debes saber poner límites. No dejes que tu hijo experimente con todo, con el pretexto de que los errores le hacen crecer. Espere oposición y a veces rabietas violentas. Levantar la voz no servirá de nada, así que mantén la calma e intenta apaciguar a tu hijo.
2 y 3 años: entre la imitación y la inventiva
A menudo se dice que el carácter de los niños es un reflejo del de sus padres. Hay algo de verdad en esta afirmación. Al no conocer nada más que su hogar, los bebés tienden a reproducir lo que ven. Por eso imitan ciertas expresiones faciales de los miembros de la familia o la forma de andar de uno de sus padres. Mucho cuidado con los malos hábitos durante este periodo.
A partir de los tres años, los niños desarrollan su imaginación. Hablan con sus figuritas y crean historias. Se aconseja a los padres que participen en esta explosión de inventiva. Es el periodo en el que empezamos a enseñar a los niños a lavarse los dientes
Entre los 4 y los 6 años: ¿Quién soy?
Mientras intentan descubrir su propia personalidad, los niños de 4 años se identifican por turnos con uno de sus padres. Como resultado, tienden a estar más cerca de un progenitor que del otro. No hay que deducir de ello que quieren más a un progenitor que al otro, o viceversa. Es sólo una fase pasajera.
Evita cambiar tu comportamiento mimando a tu hijo más de lo habitual para que se acerque a ti. Esto podría provocar agresividad cuando no consigan lo que quieren. Aprende a decir no y a distinguir entre imponerte y tomarte a la ligera los deseos de tu hijo.
De 6 a 8 años: laedad de la razón
Los niños empiezan a ser conscientes de sus facultades intelectuales. No les presiones demasiado con los estudios y deja que aprendan a su ritmo. Esto reducirá el número de situaciones estresantes para ellos y para ti.
Entre los 9 y los 11 años: el paso a la adolescencia
En esta etapa, se puede decir que los niños son completamente autónomos. Cada vez te pedirán menos ayuda y tenderán a querer pasar más tiempo con sus amigos que contigo. Cuestionarán la autoridad paterna. Sin embargo, ciertas situaciones de la vida que les limitan siempre les impulsarán a buscar su apoyo y su cariño.
Aunque tu hijo finja no necesitarte, no lo dejes de lado. Esfuérzate siempre por mantener una buena comunicación entre vosotros sin violar su intimidad.
La relación entre el desarrollo personal y la confianza en uno mismo
La confianza en uno mismo no se adquiere de forma natural. Depende de varios factores, el más importante de los cuales es la estima de los padres y de las personas que les rodean.
Un niño educado con amor y respeto tiene más probabilidades de desarrollar una mayor confianza en sí mismo. Para enseñarles esta lección, hay que animarles en sus actividades. Evita burlarte de sus errores, aunque no te rías por maldad. Esto puede alimentar los miedos de tus hijos. Tendrán entonces tendencia a dudar de sus actos. A largo plazo, esto tendrá el efecto de consumir el estado de ánimo de tus hijos.
Para ayudar a tu pequeño a creer en sus capacidades, juega con él a juegos mentales desde pequeño(juegos de construcción, rompecabezas, juegos de cartas, etc.). Felicítale tanto por sus fracasos como por sus éxitos.
Cultive la felicidad afirmando su personalidad
Creer en su propia personalidad hace a un niño feliz. Cultivar la felicidad significa ante todo estar en armonía con uno mismo. No olvide que su hijo estará solo desde el momento en que empiece la escuela. Tiene que aprender a imponerse respetando a sus compañeros. Esto acabará con el acoso y la intimidación.
Un niño que pasa a un segundo plano ante los demás corre el riesgo de ser maltratado sin saber defenderse. Esta situación les estresa y les provoca ansiedad. Esto puede afectar a su felicidad.
Para enseñar a tu hijo a hacerse valer de forma sana, tienes que
- Actuar como modelo expresando tu opinión y respetando la de los demás
- Enseñe a su hijo a reconocer sus emociones para que pueda expresarse mejor sin violencia
- No interferir en las peleas de los niños. Es bueno para ellos que les dejes defenderse. Esto les enseñará a afrontar los conflictos por sí mismos sin esperar a ser defendidos por otra persona.
- Pide a tus hijos su opinión sobre las decisiones cotidianas. Por ejemplo, qué cenar, de qué color es su dormitorio o si tienen alguna idea para gestionar las tareas de la casa.
Sentir y saber que la opinión de su hijo cuenta contribuirá a su felicidad. Además, podrá compartir esta estima con sus amiguitos.
El impacto de la relación parental en el desarrollo personal del niño
Cuidar de un niño no es sólo ocuparse de su salud y su crecimiento físico. Su desarrollo personal y psicológico es igualmente importante. De ahí la importancia de crear un ambiente sano en el hogar y mantener buenas relaciones entre hijos y padres.
La ausencia de los padres tiene un gran impacto en el comportamiento de los niños. Pueden volverse más temperamentales, más ansiosos y a veces incluso agresivos. Debido a la falta de atención y a que se les deja a su aire, empiezan a abusar de su libertad. Según los expertos, los niños desatendidos tienen más probabilidades de fumar y beber alcohol antes de los 15 años.
Un niño necesitado de afecto hará cualquier cosa por llamar la atención de sus padres. Harán berrinches y todo tipo de travesuras para que se preocupen por ellos.
Por otro lado, un padre demasiado protector con su hijo podría hacerlo demasiado dependiente. Hay que saber ceder para que el niño sea más independiente. De lo contrario, la ausencia de un progenitor por un motivo u otro podría provocar ansiedad de separación.
Para garantizar el bienestar moral de nuestros hijos, hay que encontrar el justo equilibrio. Estar suficientemente presentes sin sobreprotegerlos.
¿Qué herramientas se pueden utilizar para desarrollar la personalidad de un niño?
Además de inculcar gradualmente buenos hábitos a su hijo en el día a día, también puede utilizar diferentes materiales de juego para lecciones específicas como :
- Autoestima
- El respeto a los demás
- Gratitud
- Paciencia
- Emociones
Uno de los juegos más recomendables es Emotion Cards. Este juego de cartas enseña alos niños diferentes emociones como la ira, la tristeza, la alegría, el asco y el orgullo. El juego Montessori de cartas y cubos para niños es muy similar a este concepto. Además, ayuda a los niños a reconocer formas y colores.
Para desarrollar el sentido de la gratitud en los niños, recomendamos empezar un diario de gratitud con ellos. ¿Qué es un diario de gratitud? Es un pequeño cuaderno en el que usted y sus hijos adquieren el hábito de anotar las diferentes cosas por las que han estado agradecidos durante el día. Esto ayudará a tu hijo a apreciar los pequeños placeres de la vida.
Para la autoestima, el respeto a los demás y la paciencia, las mejores herramientas de desarrollo son los juegos de mesa en los que no hay ganadores ni perdedores. Lo único que cuenta es el placer de pasar tiempo juntos.
El desarrollo personal de los niños: puntos a tener en cuenta
¿Qué es el desarrollo personal de los niños? La respuesta de los expertos habla de los distintos métodos para convertir a los niños en personas positivas. Para conseguirlo, hay que aprovechar el periodo preadolescente, entrelos 3 y los 12 años. Durante esta fase, los niños son más receptivos y flexibles, lo que facilita su corrección.
Por supuesto, pasarán la mayor parte del tiempo en la escuela, pero la mayor responsabilidad de su desarrollo personal recae en sus padres. Deben estar presentes, atentos y dispuestos a dar ejemplo.
Un niño bien supervisado y apoyado desarrollará de forma natural una buena confianza en sí mismo y el respeto por las opiniones de quienes le rodean.
Pero si no sabes por dónde empezar con la educación, puedes recurrir a un libro de desarrollo personal o a juegos infantiles como las cartas o el diario de gratitud.
Ahora háblenos de usted. ¿Cómo has gestionado los cambios de comportamiento a lo largo del desarrollo de tu hijo? ¿Qué consejos darías a otros padres para ayudarles en el proceso de desarrollo personal? No dudes en dejarnos un comentario para compartir tu experiencia con nosotros.